domingo, 21 de abril de 2013

Un murmullo

YO.-Murmuro las tareas cotidianas. Unto la mermelada en el pan tostado, abro la ventana y el Sol penetra tan generoso en la cocina que murmuro tu nombre sin darme cuenta y hallo un nuevo recorrido en las distancias. Bebo el café caliente a sorbitos y te imagino esplendorosa con legañas, despeinada, somnolienta, perezosa... tan bella que cierro los ojos y mis palabras descienden al corazón. Y después, habito la ciudad. Veo, de nuevo y siempre, hasta que la vida me lo permita, los rostros en las calles, en el metro, en la plaza. Llego al local de ensayo y vacío el espacio. Luego arriban náufragos, brujas, sirenas y rescato la esperanza al abrir un cuaderno nuevo. Afuera otro mundo. Quizá un mundo nuevo, una utopía en que creer para derrocar tiranías.

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