martes, 29 de abril de 2014

Cientos de preguntas

ANTICLEA.-¿Cómo estás? Tienes mala cara, ¿te preparo algo?

PENÉLOPE.-Crece demasiado despacio. Nada parece moverse.

ANTICLEA.-No te rindas. La derrota es inservible.

PENÉLOPE.-Me hubiera gustado tener más entereza. Hubiera preferido no ser tan vulnerable.

ANTICLEA.-Sería como apagar todas las luces o una perturbadora disonancia. No te arrepientas nunca de ser tú misma. (Pausa. Le acaricia el rotro.) Te haré una manzanilla.

domingo, 6 de abril de 2014

Admitir la posibilidad

(La rata huye atolondrada bajo los pilares del puente.)

ULISES.-¡Ya te ajustaré las cuentas, miserable!

sábado, 5 de abril de 2014

Ataque de ternura

De niños saltábamos al Mar desde el puente en verano.
Y después nos caían unas broncas soberanas.

Crucé tantas veces ese puente riendo, llorando, pensando, recordando, suspirando, añorando, deseando, temiendo, hablando, corriendo, comiendo...
Recuerdo que hace unos años, una vez que volvía de la lonja, me entró un ataque de ternura cuando me abofeteó una ráfaga de brisa y me sumergí sin pensarlo.Luego me gustó llegar a la casita milenaria descalzo con las sandalias en la mano. Y apestando a salitre me puse a asar las sardinas sintiendo la firmeza de la tierra y la frescura de la hierba bajo mis pies.

Ya falta menos para el verano y el cénit de la Luz.




Soneto IV

[...]

¿Quién sufrirá tan áspera mudanza
del bien al mal? ¡Oh corazón cansado!
Esfuerza en la miseria de tu estado;
que tras fortuna suele haber bonanza.

[...]

Soneto IV, Garcilaso de la Vega