domingo, 26 de mayo de 2013

A veces

EL VECINO.-(Tararea una melodía inventada.) ¡Buenos días! Oye, majo...
YO.-¿Sí?
EL VECINO.-Disculpa si ayer hicimos mucho ruido.
YO.-No te preocupes.
EL VECINO.-Si es que a veces...
YO.-¿Esa camiseta no es mía?
EL VECINO.-No...
YO.-¡Anda que no!
EL VECINO.-Disculpa, hombre; si es que a veces...

miércoles, 1 de mayo de 2013

Corazón en obras

Desde hace años el mes de mayo me plantea retos. Mi corazón se recoge , mi cuarto hierve y los objetos, las palabras y los rostros se elevan impulsados por cientos de burbujas que quiebran la pintura de las paredes, la cáscara de la materia se agrieta-es curioso que este año haya obras en el piso y que halle poquito descanso al recostar el día; los olores a pigmento, a escombro; los gritos de los obreros, las máquinas serrando los lingotes de madera. Los martillazos en las jambas me provocan una inquietud aún mayor-. Reflexiono en una intimidad incierta y se iluminan momentos importantes de mi vida, desamores y rechazos, alegrías y caricias. A ratos me avergüenzo y de vez en cuando..., también me río. Supongo que algo tendrá que ver la irrupción anual de la primavera. Vivimos una época de profundas transformaciones y una situación laboral lamentable; pero detesto la queja a pesar de las dificultades. Deseo que todas las mañanas sean diferentes, preparo ensayos, tareas que promuevan la investigación y continúo escribiendo. Estudio, leo y aspiro a otra felicidad.

Hasta ahora no me había dado cuenta, cabalmente, de la soledad de la creación. Es un rumor sordo, espolea la imaginación hacia lugares insospechados; aunque también es una extraña serenidad que me hace tolerar la existencia, amar con fuerza a mis seres queridos y saborear intensamente el café recién hecho. Siento otra esperanza en la vida cuando recuerdo mi condición de ciudadano.

La lluvia nutre la tierra. Aguardo conmovido en mis silencios más días soledados.