miércoles, 4 de mayo de 2016

He comenzado un cuaderno nuevo.

Hace unos meses zozobraba y ahora, aunque, realmente, tampoco dejo de hacerlo, tengo más ilusión y me permito convivir con mis contradicciones, con mis ataques de ternura y con el exceso de mi entusiasmo. Quizá por fin consiga vivir con menos ansiedad.

Conjeturo palabras que asoman desde los sumideros e intento, sí, continúo intentándolo, que no tengan miedo. La temeridad que va y viene; las bravuconadas y la ingenuidad que velan con tantos y tantos descuidos. Las decisiones y la calma, o cierto tipo de equilibrio que consigo entender estos días mientras emprendo nuevos viajes: alguno más diáfano. otro más oscuro; pero tan necesarios para mí como la luz de todos los veranos.