domingo, 24 de noviembre de 2013

Don Rafael y su ventana

DOCTOR REVUELTA.-¡¡Hombre, don Rafael!!, ¿qué tal su artrosis?
DON RAFAEL.-Ahí va, doctor. Ahí va. Que no es poco.
DOCTOR REVUELTA.-Cuénteme, ¿qué le ocurre?
DON RAFAEL.-Me duele aquí. Aquí dentro.
DOCTOR REVUELTA.-A ver. Déjeme ver. (Pausa. Puedes imaginar la intervención.)
DON RAFAEL.-(Cansado.) ¿Es grave, doctor?
DOCTOR REVUELTA.-(Enternecido.) No. (Pausa.) No es grave. Tome una palabra de éstas en ayunas cada día hasta que la vida diga basta.
DON RAFAEL.-Muchas gracias, doctor.
DOCTOR REVUELTA.-No hay de qué, amigo mío. Cuidese mucho.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Quizá un regreso

PEP.-Hola.
INÉS.-¡¡¡Ahí va!!!, ¡¡¡¿y tú?!!!..., ¿Cuándo has llegado?
PEP.-Esta mañana.
INÉS.-¿Y por qué...?, ¿por qué no me has llamado?
PEP.-No lo sé.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Diástole

ULISES.-Hubiera preferido quedarme. Hubiera preferido velar tu sueño. Hubiera preferido... ya no tiene importancia. El Silencio espesa el Tiempo y provoca su letargo. ¿Sabes? Se me ha ocurrido sobrevivir. Ojalá pudiera abrazarte todos los días.

martes, 5 de noviembre de 2013

El óxido de mi ternura

A veces... me detengo a reposar el corazón. Escojo una obra de Shakespeare al azar y la abro por cualquier parte.
Me acurruco con el libro entre las manos y leo despacio, recibiendo cada palabra como un regalo, como un acto de rebelión contra la barbarie. Como toda la fuerza que necesito.
Y me doy permiso para que las lágrimas que me arden en los párpados desciendan, para que mi tórax crepite y me digo "adelante, jovencito". Y me dejo conmover. Y me vacío de pena. Y respiro profundamente.
Y descanso con una extraña serenidad que sosiega el hervidero de mis latidos. Que reconforta el óxido de mi ternura.