La
humedad se filtra por las paredes de la embarcación. Desciende
dispersa. Es una extraña solemnidad, lejana. Calmada. Al cabo de los
días, sopesa el temor y el amor perdido. No es posible vivir en él
más que un instante. Mientras perdure, le concedo el lugar
predilecto en la intimidad de mis hallazgos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario